Terapia familiar

La familia es la base de nuestra sociedad. Es el primer escenario en el que aprendemos a relacionarnos con los demás, es fuente de amor y apego, nos sirve como modelo, nos aporta una guía para conducirnos en la vida…

Las relaciones entre los diferentes miembros de una familia no siempre son fáciles y, en una sociedad que tiende favorablemente al cambio y a la diversidad en los modelos familiares y educativos, pueden surgirnos dudas sobre cómo manejar distintas situaciones.

En ocasiones, las dificultades vienen a raíz de la ruptura de la pareja (de los padres) que, aunque dejen de ser pareja, nunca dejarán de ser padres y de seguir formando parte de la familia. Otras veces, es la enfermedad o la pérdida de uno de sus miembros el mayor obstáculo para llevar una vida plena. Otras veces, el problema reside en que no se logra el cumplimiento básico de unas normas comunes, una convivencia positiva, predominando las discusiones entre algunos o todos los miembros del sistema familiar y la imposibilidad de resolverlas de una manera sana.

En Bansō, pensamos que es fundamental atender a la persona comprendiendo, entre otros factores,  su contexto familiar: el núcleo donde se ha desarrollado y donde ha experimentado las primeras relaciones o vínculos. Los seres humanos somos seres sociales y nuestra forma de relacionarnos desde el nacimiento influye en la manera en la que nos relacionamos el resto de nuestra vida.

En la terapia familiar, en lugar de enfocar únicamente la dificultad de una persona, ponemos atención a la manera de interactuar de toda familia, observando cómo son las relaciones entre los diferentes miembros, por qué funcionan de esa manera, qué “soluciones” se han puesto en marcha hasta el momento, qué “puntos ciegos” no se están contemplando, etc.

Comprenderemos los diferentes factores que están afectando a las relaciones familiares, creando un entorno de confianza, sin juicios de valor, donde poder expresarse libremente desde el respeto, ayudando a lograr una mejor escucha y entendimiento para lograr una dinámica familiar más sana.

En esta ocasión el paciente no es una persona, sino la familia.

Se convocará a todos los miembros de la familia desde el inicio, con el fin de poder ir evaluando cómo se relacionan sus miembros y poder así, escuchar la opinión de cada uno de ellos sobre las dificultades de su sistema familiar.

Tras la evaluación, y vistos los objetivos de cada persona, el terapeuta dará su visión y explicará posibles objetivos y métodos de trabajo.

Se realizarán sesiones, de frecuencia semanal, de una hora de duración, inicialmente. Será fundamental esta periodicidad para observar, practicar y valorar cambios en esas relaciones familiares. Se concluye la terapia cuando logramos una mejora en las problemáticas presentadas al inicio de la misma, con la consecución de los objetivos planteados al comienzo.

• Mejorar la convivencia en casa.
• Una comunicación más sana y agradable entre los miembros de la familia.
• Que todos los miembros se sientan comprendidos y aceptados por igual.
• Afrontar de manera saludable algún conflicto que afecte a la familia (cómo por ejemplo un duelo, un cambio en la estructura familiar, etc.).
• Manejar de manera saludable la enfermedad de algún miembro de la familia (como por ejemplo, una enfermedad degenerativa).

• Discusiones familiares insanas (agresividad, violencia, problemas a la hora de negociar).
• Problemas de comunicación entre los miembros de la famili
• Dificultades a la hora de poner límites en cas
• Enfermedad de algún miembro de la familia y cómo manejarlo.
• Duelo por una pérdida que afecta a toda la familia.
• Separación de los padres.
• Familias reconstituidas.
• Dificultades en el proceso de adopción.