Mindfulness y otras terapias de Tercera Generación

Mindfulness y otras terapias de Tercera Generación

¿Quién da el servicio?

Susana Simón Paúl
  • Razón del problema y su solución
  • ¿En qué consiste el servicio?
  • ¿Qué vas a conseguir?
  • Listado de problemáticas que incluye el servicio

Vivimos inmersos en la sociedad de las prisas, la inmediatez y la multitarea. Estas características suelen promover un estilo de vida “en piloto automático”: repetición de rutinas sin más, atención superficial a muchas cosas pero poco profunda a las importantes, hacer cosas (conducir, comer, caminar…) “con la mente en otro lugar”…

Cuando no somos conscientes de estos “automatismos”, estamos desconectados de nosotros mismos, pudiendo llegar fácilmente estados disfuncionales de ansiedad, estrés, pérdida de control, depresión…

Cuando aprendemos a dirigir de determinada manera la atención a nuestras necesidades, nuestros estados internos y nuestras posibilidades reales de acción, desarrollamos el potencial y la libertad necesarios para “adueñarnos” de nuestra vida.

Se trata de un espacio terapéutico que ofrecemos, bien de forma individual, o en formato de “taller grupal”.

En ciertas ocasiones, forma parte de un “servicio complementario” la terapia con otro profesional, enfocándose en el entrenamiento de aspectos concretos como: la regulación de la ansiedad, el manejo del estrés, o la gestión puntual de pensamientos y emociones intrusivos o desagradables.

Una vez observadas las dificultades concretas de la vida de una persona, planteamos, a través de ejercicios concretos, un cambio en el modo de “reaccionar” ante las mismas, proporcionando herramientas para el manejo de los propios pensamientos, emociones y acciones.

La periodicidad de estas sesiones varía en función del formato y de las necesidades individuales.

Las terapias de tercera generación (Terapia de Aceptación y Compromiso, terapia de Activación Conductual, Mindfulness) no pretenden contrarrestar o eliminar pensamientos o emociones difíciles. Partimos de la base de que el “dolor”, las dificultades, los imprevistos, las pérdidas.., son inherentes a la vida.

Sin embargo, podemos conseguir contemplar y afrontar ese “dolor” (malestar) desde un lugar que no nos provoque sufrimiento, incapacidad o impotencia.

Más allá de técnicas concretas (que también manejamos), las terapias de tercera generación instauran una nueva “forma de vivir” y de entender lo que nos acontece (dentro y fuera de nosotros), lo que posibilita una vida más amplia, más plena y más libre.

  • Estrés: gestión del día a día y de las demandas cotidianas.
  • Dificultades en la organización mental: concentración, toma de decisiones, distribución de tiempos y tareas, creación de hábitos…
  • Dificultades en el manejo de estados emocionales (ira, ansiedad, inseguridad, angustia, confusión, frustración, temor, tristeza…).
  • Problemas en las relaciones con otras personas: reactividad, dificultad en la comunicación, problemas de convivencia…